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El Camino de Santiago es una ruta de peregrinación que comienza en el siglo IX, cuando se descubrió la tumba del Apóstol Santiago en lo que hoy es la ciudad de Santiago de Compostela. A partir del siglo XII, con la construcción de la catedral de Santiago, la noticia se extendió por el resto de Europa y empezaron a llegar peregrinos de lugares muy lejanos para pedir el perdón de sus pecados. El origen de una peregrinación es buscar la redención del alma y, hoy, cada uno le da a su peregrinación su propio significado.
El apóstol Santiago el Mayor fue uno de los discípulos más cercanos de Jesús. La misión que le encomendó fue la de predicar su palabra hasta el fin del mundo, por lo que Santiago decidió dirigirse a donde se creía que terminaba la tierra, Finisterre, actualmente un pueblo de la costa occidental de Galicia. La historia cuenta que Santiago predicó en el noroeste de España y que posteriormente regresó a Jerusalén, donde finalmente fue martirizado por Herodes de Agripa. Dos de los principales discípulos de Santiago son quienes deciden recuperar su cuerpo y enterrarlo en el lugar donde había estado predicando. Cuenta la leyenda que navegaron en un barco de piedra y tardaron 7 días en llegar. Finalmente hicieron un mausoleo de mármol en un lugar escondido de lo que entonces era el bosque de Libredón. Tras siglos de abandono, la tumba fue encontrada en el siglo IX por un obispo llamado Teodomiro. Ahora esta tumba es visitada por miles de personas cada año.
El Camino de Santiago es un lugar por el que viajan miles de personas cada día. Está perfectamente señalizado y protegido. Además, el Camino pasa por numerosos pueblos y ciudades con buenos centros médicos si es necesario. El paisaje es agradable, se pasa por zonas forestales, pequeños pueblos de campo y granjas donde no hay animales peligrosos.
No es necesario, muchas personas que han hecho el Camino de Santiago con nosotros nunca habían practicado deporte. En el Camino tú caminas, no es ni una carrera ni una competición, con nosotros podrás hacer lo que te diga tu propio cuerpo, sin estrés y sin presiones.
Lo que cada persona necesita siempre es algo personal, pero hay ciertas cosas que es importante tener en cuenta. En primer lugar, ropa cómoda, transpirable y resistente a la lluvia. Calzado cómodo ya puesto (no se recomienda llevar zapatos nuevos en el Camino), sombrero para el sol, factor solar, sandalias para caminar, mochila pequeña cómoda para llevar en el Camino, pañuelos de papel y botella de agua. ¿La cosa más importante? Una gran actitud para disfrutar plenamente de lo que el Camino puede mostrarte.
No realmente. Aunque tiene un origen religioso, el Camino hoy está abierto a todo el mundo. El significado espiritual que tiene hoy el Camino varía dependiendo de qué propósito le dé cada persona. Muchas personas hacen el Camino para marcar un antes y un después en sus vidas, otras para desconectar del ajetreado mundo en el que vivimos, otras lo hacen por algún familiar… Lo bonito del Camino es que es especial en múltiples sentidos.
Siempre buscamos una experiencia óptima en cada ruta que organizamos, empezando por el alojamiento. Reservamos en casas rurales, Paradores u hoteles de un mínimo de 4 estrellas.
El guía irá monitorizando cada etapa del Camino, realizando puntos de control cada 5 kilómetros. Es posible que camine algunos tramos, pero su función principal es supervisar que todo el grupo complete el recorrido sin problema.
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